lunes, 6 de julio de 2015

Día 6

El día nos ha mostrado todo, regresé a la habitación, me encuentro con las rosas que yo misma dibujé para mantenerme cuerda dentro de donde no lo estoy, no necesitan sedarme más, solo he realizado una petición a la directora del centro: Hablar con Alberth, él es quien conoce la relidad, él es quién debe comenzar a tejer su historia nuevamente, tanto había rogado al cielo que yo estuviera actuando, con esto le darán ganas de vovler a creer.
- El Licenciado Alberth, está en la oficina de la directora, ¿me acompañas? - Me dice una enfermera, que aún está boquiabierta por lo que está pasando.
Al entrar a la oficina lo veo, de pie con su traje sastre, se nota que le ha ido bien, está nervioso, lo reconozco, su pose dando a entender que no está seguro de qué dirá.
- Al, ¿qué ha pasado? Realmente estoy muy desconsertada del lugar donde estoy, no estoy segura del porqué estoy aquí, aparentemente han pasado varios años, no entiendo nada - Pregunté ante su desconcierto.
Su mirada se pierde en mi cuerpo, mi pose ha cambiado, es elegante, cómo la recordaba antes de mi accidente, mi mirada no está perdida en el horizonte, sino clavada en sus claros ojos, húmedecidos casi a las lágrimas, espera que todo esto sea un sueño, no quiere saber la verdad acerca de cómo es que estoy bien, simplemente se siente agraciado de que este sana. Su mirada perdida en mí, de los pies a la cabeza, de la cabeza a los pies, me estudia completa, algún movimiento en falso, algo que le haga creer que su mentira no se ha venido abajo.
- Ella insiste en que su nombre no es Adeline, ¿nos puede explicar el suceso? - Interrumpe mis pensamientos la Directora del Centro, ella es una persona que siempre tiene algo que decir, después de todo está acostumbrada a tratar con locos. - Khristine, puede retirarse un momento - Indica a la enfermera que estaba esperando ser quien tuviera la noticia en exclusiva de lo sucedido.
- ¿Adeline? Pregunto sin más que finjir que este nunca ha sido mi nombre, mis ojos llenos de interrogativas vuelven a Alberth, quien sigue de pie, sin intentar decir una palabra, congelado, atonito. - ¿Al?, te están haciendo una pregunta, yo también estoy curiosa en esto.
- Es una larga historia, Mer - Se limitó a decir, la directora del centro se tomó el tiempo para levantarse de su cómodo asiento para acercarse a mí... - Doctora, ella se llama Marie, Marie Anderson, tiene 23 años, solía ser mi novia... antes del... accidente... - dice entrecortando las palabras, no está seguro que sea lo mejor, pero yo estoy sana, estoy completa... Estoy viva, cosa que le hace dudar de sus propias palabras.
- ¿Me está diciendo que mintió estos 3 años?
- No precisamente - se apresuró a contestar - Ella realmente no sabía quién era, aceptaron ingresarla sin documentación, simplemente le di una identidad falsa, realmente esperaba que se recuperara para que volviera a su medio, futuramente será una gran actriz de Holliwood, o una directora, este capítulo en su vida quedará cerrado y no existiran pruebas de que ella estuviese aquí - ¡Vaya! Su manera de realizar la historia ha sido... fantástica, por algo su imaginación al redactar era tan buena, esto es lo que debía esperarse de un escritor que estudiaba para ser un gran abogado, sabía defenderse de la mejor manera.
- ¿Qué accidente? - Pregunté, cómo si no conociera la historia - ¿Tuve un accidente? ¿Cuándo? ¿Cómo fue? - Pregunté alterandome un poco - ¿Me diste una identidad falsa? ¿Donde están mis hermanos? ¿Saben que estoy aquí? - Pregunté.
Durante mucho tiempo estaba pensando en qué sería de ellos, ¿creerían que estaba muerta? ¿Me habrán hecho un velorio? ¿Les habrá dado un cuerpo de alguna otra persona? Tenía muchas dudas con respecto a mi familia, era lo único que tenía y los iba a proteger.
- Joseph piensa que estás... ¿muerta? - Comentó apenado por lo sucedido - Le hicimos creer que en el accidente falleciste, Andrei piensa que estás en el Reino Unido, por la beca, Joseph me pidió que no le dijera nada, ya era suficiente con que sus padres hubieran fallecido, no necesitaba más traumas.
- ¿Le dijiste a mi hermano que yo estaba muerta? - Mi irritación era obvia, ¿qué estará siendo de ellos? - A todo esto... ¿Qué accidente tuve?
Lo miré, estaba molesta, después de todo, si le tenía odio, me había matado ante la sociedad, ante mi familia, quería hacerme desaparecer.
- Tuvimos un accidente automovilistico, ibamos hacia la universidad, tuviste un ataque de celos, te qusiste salir del carro en movimiento - lo decía con pausas marcadas, cómo si no quisiera recordarlo del todo.
Sentí cómo mi cabeza comenzaba a girar, él estaba conciente de todo lo que pasaba en el exterior, mientras yo... me había quedado encerrada... y ni siquiera tenía los pantalones para decirme cómo fue que tuvimos ese accidente, cómo fue que el quedó bien y yo no, yo tuve amnesia, durante un tiempo, cuando comence a recordar el coraje se había apoderado de mí. En el momento entó la enfermera, sosteniendome por no caer, sentí cómo todo giró a mi alrededor, todo se volvió negro... de nuevo.
Desperté en el momento del accidente, vi el carro volteado, el trailer por un lado, la gente gritando, esperando ayuda de alguién, Alberth estaba saliendo por una ventanilla, ¿y yo? ¿donde estaba? fue cuando me vi, llena de sangre en el asiento del copiloto, Alberth tratando de sacarme del coche, la gente gritando por apoyo, la vista se me nubló, mis ojos llenos de lágrimas, él gritando por ayuda, fue cuando una persona se acercó a ayudarlo, yo estaba... ¿muerta? Él lloró, lloró con fuerza, estaba sintiendo todo, el dolor se apoderó de mi cuerpo, quería gritar y no podía, él de verdad creyó que yo estaba muerta. Comencé a caminar por toda la carretera, dejando el accidente atrás. Llegué al hospital, la ambulancia llegó atrás de mí, él bajo de pie y fue cuando cayó, yo iba en una camilla, me seguí; la sala del quirofano era blanca por completo, los doctores mencionaban cosas como "ella vivirá", "es muy hermosa", "el chico de verdad la ama, no quiso ser atendido hasta que ella lo fuera". Las agujas del reloj comenzaron a moverse, salí del quirofano, fue cuando vi que ella llegó.
Ella que era la causante de todo, ella fue quien tuvo el valor para decirme las cosas, ella se había estado acostando con el hombre con quien yo vivía, y se hacía pasar por mi amiga. Era de esperarse que fuera a buscarlo, la seguí. Sus sollozos, no quería perderlo, así cómo él no quería perderme a mí... Llegamos a la habitación, él ya hbaía recobrado la conciencia "¿Donde está Mer?" Preguntó en cuanto ella entró.
- ¿Te preocupas por Mer cuando yo estoy aquí preocupada por tí? - Preguntó entre su llanto - Ella estará muerta en unos minutos, tienes que vivir por tí, no por ella.
Su desprecio hiczo que me diera más coraje, tomar el valor, querer decirles que estaba escuchando todo, pero no podía, mi voz no me respondía.
- Ella es mi novia, ella es la mujer con quien me casaré, formaremos una familia, seremos felices juntos - Le quitó la mirada de encima, cómo pidiendole que lo dejara en paz.
- ¿Entonces nosotros?
- ¿Exisitió algun "nosotros"?
- Era real, yo lo sé - gritó en la habitación . ¿realmente serás feliz con ella? Ni siquiera te satisface, si lo hiciera no me buscaras, no me pidieras estar conmigo una y otra vez.
- ¿Tu piensas que serás mejor que ella? Mirate, estas rogandome estar contigo, aun cuando te he dicho que la amo a ella - Dijo secamente.
Lo conocía, esas palabras no eran para ella, no se dignó a mirarla a los ojos, él se había quedado conmigo por sentirse culpable, no se había arevido a dejarme. No quise escuchar más y dejé la habitación, me sentía sucia, usada. Me arrinconé en una esquina de los largos pasillos del hospital a llorar, llorar y llorar... Él no me amaba más, simplemente era su obra de caridad, yo siempre le fui fiel, lo amaba de verdad.
Desperté, estaba sola en la habitación con las rosas pintadas, el arreglo que yo le había hecho a esta habitación. Estaba sola, de nuevo, era de noche, la tristeza se apoderó de mí, durante 3 años me la pasé pensando en el odio que olvidé otras cosas realmente importantes, como ¿qué será de mis hermanos?  los quiero ver, los extraño, esos días en los que eramos solo nosotros tres, cuando decidimos dejar de esperar a que papá y mamá regresaran, cuando decidimos que nosotros viviríamos bien y dejaríamos todo esto atras.
Escribir lo sucedido es realmente dificil, pero lo requiero, requiero mantenerme atenta a los comentarios que yo misma pueda hacer por mí, necesito tener una escapatoria a mi locura, una puerta a la realidad.
Así termina otro día... tal vez está empezando uno más.