viernes, 3 de mayo de 2013

Día 1


Día 1.
Desayunar a las ocho de la mañana, es lo que hacemos todos los días, un poco de frutas picadas, sin semillas o algo que nos pueda dañar a las 10, salir al jardín y ver lo que sucede a nuestro alrededor, ver las coloridas flores, unos danzan con el viento, yo solo observo detenidamente cada detalla. Los pétalos de las rosas tan suaves, las espinas tan doloras. ¡Oh! Mi dedo está sangrando, una de las espinas me ha cortado, de inmediato me han de llevar a la enfermería, no quieren pensar que sea provocado por mí misma. Tiene tiempo que no siento dolor.
Todo ha pasado, he sobrevivido a la enfermería, me han dicho que deje de jugar cerca de las rosas, por más hermosas que se vean lastiman más que cualquier otra flor. Esto suele pasar, es una frase muy gravada en mí, jamás confiar en las rosas solo por ser hermosas.
La comida se enfría, son las cuatro de la tarde, es solo un bufete, ellos me han de servir poco, no soy de las que como lo suficiente, prefiero tomarlo en suplementos, no es que les preocupe tampoco.
Ver la Tv, una compañera de delirios se ha convertido en la protagonista de la película, cree que podrá ver a su amor si espera, el amor no sirve, solo causa dolor. Ella llora, dice que su príncipe vendrá por ella, ha regresado de la guerra y la amará por siempre, tendrán hijos, uno se llamará como yo, a ella le ha gustado el nombre “Adeline” es así como me llaman en este sitio, este es el nombre que él les dio, es así como me llamó durante tantos años.
De regreso a la habitación, me han permitido unos colores en mis paredes, una persona ha venido a decorar conmigo… ¿Saben que es lo que he dibujado? Rosas. Rosas rojas, amarillas, un poco pintas, toques de morado, sus espinas las protegen, y corren alrededor de mis cosas, terminan donde está la ropa, comienza una nueva flor.
Él ha venido, ha venido a ver cómo quedó decorada mi habitación, ha venido a ver como lo representé, Valla sorpresa, no está entre mis pensamientos.
Nos hemos quedado solos, la enfermera se fue, tienen la esperanza de que él me haga hablar y decir cómo me siento, solo sonreiré una vez más.
“Yo se la verdad, tú no estás loca”. Me ha dicho varias veces, pierdo mi mirada en las flores, incluso me levanto a acariciarlas, después toco las espinas, jamás sabrá que esa flor lo representa a él. El hecho que no hable y me pierda en el resto del mundo les hace creer que en verdad tengo un trauma.
Hoy ha hecho más que lo que siempre dice, hoy estamos solos en la habitación, sin cámara que nos vigile, sin enfermera que lo abstenga. Me ha abrazado, ha suspirado a mi oído, ha dicho que lo siente. ¿Con eso se solucionará? Llevo tres años aquí.
Antes de salir me ha besado los labios, sentí sus mentiras brotar como fuego que arde, esas llamas no se apagarán, han causado demasiadas emociones. Por fin se ha ido, ¿pensará que es todo? ¿Mañana vendrá con ella? ¿Qué le dirá de mí?
Hora de acostarse, apagan la luz de mi habitación, me levanto a describir mi día, tal y como ha sucedido. ¿Vendrá mañana? Sonrió firmemente a mi afirmación, sufrirá poco a poco por lo que me ha hecho, tal vez deba pronunciar una palabra o dos, para que crean que mejoro, y que su compañía me ayuda. En verdad si me ayuda, me hace sentir superior, me hace sentir como sufre por no escucharme, sufre por no estar conmigo, por haberme desechado como basura, quiero que ella venga, quiero verla llorar y partirse, quiero que crea que acabó con mi vida, quiero verla sufrir y arrepentirse. Están juntos, lo sé, no pudieron esperar a mi muerte, no lo harán, ¿se habrán casado? Lo averiguaré.

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